Calabacines redondos rellenos al curry


A finales de abril, revisando las recetas que cuelga en El aderezo, encontré estos calabacines redondos tan resultones, que hasta entonces no había visto en el mercado: http://www.eladerezo.com/recetario/calabacines-redondos-rellenos.html y mira por dónde, 15 días después, los he encontrado en una fruteria-verdulería que me gusta mucho pues hay variedad y calidad y además cerca de casa.

Así que variando un poco la composición del relleno, y sobre todo la salsa, aqui os dejo mi aportación en cuanto a recetas de verduras y carnes, un perfecto plato único que no necesita de nada más, excepto alguna fruta de postre.

Ingredientes (para 5 personas)

  • 5 Calabacines redondos
  • 1 cebolla grande
  • 250 gramos de carne picada de ternera
  • 4 tomates maduros
  • 1 diente de ajo
  • queso de cabra 
  • queso parmesano
    Para la bechamel al curry:
  • curry
  • 2 vasos de leche
  • 2 cucharadas de  de mantequilla
  • 2 cucharadas de harina

En una cazuela grande, con agua hirviendo, o al vapor, pones los calabacines redondos, de los cuales has cortado la parte superior, todo a hervir. Unos 15 minutos.
Mientras: preparas un sofrito primero con la cebolla, cuando está pochada, el tomate sin pepitas ni piel y rallado, y el diente de ajo bien triturado. Se sofrie unos minutos, y se le añade la carne, que se va haciendo junto a la salsa, unos 15 minutos, dándole vueltas de vez en cuando y salpimentando al final.

Por otro lado, se habrán sacado con cuidado que no se rompan (ni le metas una uña que los afeen por los lados) y los dejas escurrir bien.  Con un sacabocados o cucharita pequeña, sacas con mucho cuidado de no romper las paredes la pulpa de los calabacines, dejando como un dedo de grosor en los lados y un poco más en el fondo. Se guarda la pulpa.




Se mezcla la salsa de la carne, con la pulpa. Y con esto se rellena los calabacines.















Sobre cada uno, se añade una rueda de queso de cabra.



Y se riega con la bechamel al curry, que habremos preparado de la manera tradicional: rehogando mantequilla con la harina y una cucharada de curry,  en una sartén, con cuidado de que no se queme, y luego se va añadiendo la leche poco a poco, removiendo sin parar durante unos 10 minutos hasta que coja la consistencia deseada.

Pues una vez regados los calabacines con la bechamel, se les pone un poco de queso parmesano por encima y se meten en el horno a gratinar.













Una vez queden gratinados por encima, se emplatan, se les coloca el "capuchón" y se riega con un poco más de salsa.
Y a disfrutarlos.  El toque sutil del curry, sin que predomine demasiado para que no quite sabor al calabacín ni a la salsa de la carne, le da un aroma especial que nos gustó mucho.














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